Berenice Gáldiz-Carlstein, directora.
Berenice
dirigió junto con Khamil Nazer Temperamento. Un documental de
creación, un ensayo audiovisual alrededor de la producción en vidrio rodado en distintos
escenarios de la región central de la provincia de Santa Fe. En Cañada de
Gómez, en Villa Gobernador Gálvez y principalmente en una fábrica histórica,
fundada en 1949, que es la Cristalería San Carlos en la localidad de San Carlos
Centro. Para este proyecto contaron con financiamiento tanto del Fondo
Nacional de las Artes (FNA) como del Gobierno de Santa Fe (GSF) a través del programa
Espacio Santafesino.
Este año estrenaste un documental
rodado en la Cristalería San Carlos ¿puede ser?
¡Sí! Este año
(2018) estrenamos un documental de ensayo que fue grabado en varias fábricas y
talleres de los alrededores de la ciudad de Rosario, incluso en una escuela
también. Y sí, la Cristalería San Carlos fue uno de esos espacios. Estuvimos
grabando también en una cooperativa en Cañada de Gómez, otra locación fue en
Villa Gobernador Gálvez. Recorrimos bastante, fueron varios espacios.
¿Habías estrenado antes o es tu
primera película? ¿Le das a Temperamento el lugar de tu opera prima?
Nunca había
tenido antes un estreno como directora, ni en corto ni en largo. Y técnicamente
Temperamento no sería lo que se
denomina Opera Prima, porque no alcanza los minutos, es un mediometraje, de 40
minutos solamente. Más allá de estas categorías más formales, en cuanto a cómo
lo siento, decir de repente Opera Prima tiene cierta solemnidad como si fuera
el trabajo inaugural de una obra. De verdad no lo siento así. Lo viví como un
aprendizaje, un acercamiento, algo más sencillo.
Acerca de Temperamento ¿cuál es tu enfoque?.
Temperamento es el último trabajo estrenado del
que he sido parte. Voy tratando de pensar en el enfoque entendiéndolo como el
lugar en el que una se posiciona. Lo primero que te puedo decir es que siempre
vamos por una aproximación ensayística, de búsqueda, de prueba y error, de
cabos sueltos, de borrador, de proceso. Y creyendo en el discurso audiovisual
como una construcción conjunta. También nos acercamos con muchas inquietudes
estéticas pero siempre inscriptas y a la par de lo político, de lo social.
Pienso que acercarse a construir imágenes de otras personas en sus haceres, necesariamente, tiene que implicar un cuidado, un respeto y un afecto
también. (El uso del plural de Berenice recupera la la mención hecha del inicio acerca del su rol de dirección compartido con Abdel Nazer)
En el proceso de Temperamento muchas veces nos pasó
que nos encontramos con gente que tiene una identificación muy fuerte con su
trabajo que es algo que a veces ocurre con los trabajos más artesanales como es
el caso. Lo particular de la cooperativa de trabajo, la fábrica recuperada
después de la crisis de 2001 (en Cañada de Gómez) es que ahí también se juegan también
otras cosas más fuertes. Sí, puede sonar trillado, remanido, pero sí, con todo
el equipo tratamos de sostener un compromiso y una responsabilidad con lo que
estábamos haciendo.
¿Cómo fue tu recorrido formativo?
Yo vengo de
las Artes Plásticas que es con lo que más me identifico. Soy dibujante.
Formalmente estudié en la escuela provincial, en el viejo edificio de la Vigil
y Antropología en Humanidades (sin tesis) que me dio un montón de herramientas,
me obligó a cuestionarme… ¡Todo!. Otro trayecto formativo por el que me siento
muy atravesada es la EPA, la escuela para animadores que hice en 2015 a la que
le estoy muy agradecida porque ahí me abrieron una puerta a un mundo infinito
como es el de la animación. ¡Educación pública siempre! No quiero dejar de
mencionar que durante estos últimos años estuve haciendo talleres con Gustavo
Galuppo, es un gran docente que aborda temas y autores que son inéditos en
otros ámbitos acá en la ciudad de Rosario.
Queremos saber algo más de tu
recorrido en el sector de la producción audiovisual de la ciudad empezando, si
te parece, por saber en qué estás trabajando ahora –fines de 2018-.
En cuanto a
mi ocupación actual, en este momento estoy trabajando en el equipo de animación
de un corto infantil, Luna, un
proyecto de otro director Nicolás Cefarelli. Estamos en instancias finales -postproducción
y color- con idea de terminarlo este mismo año. Y estoy trabajando en el
desarrollo de varias ideas de proyectos que están todas muy crudas aún.
No sabemos si sos de dar definiciones
cortas, pero por ejemplo ¿definirías en pocas palabras qué es para vos
realizar? O dirigir si te resulta más cómoda la palabra.
Las
definiciones en general me cuestan. Me cuesta puntualizar, siempre me viene más
fácil relativizar. Puedo hacer un intento. No estoy segura cuál es la palabra
que prefiero. Realizar o dirigir, creo que es pensar, imaginar esta vida y
otras posibles. Siempre creo que es con otros, otras, otres. Y también creo que
es un privilegio y hay que luchar por que deje de serlo, luchar por un acceso
más igualitario a estos lugares.
¿Tenés una película favorita? (o
serie, o libro, o autor/autora?) Vamos en busca de una pista estética o poética.
Esta va ser
una respuesta caótica, porque miro muchas cosas y en cuanto a una película
favorita, cambia todo el tiempo. Puedo decir dos autores que me marcaron mucho
y conocer sus obras fueron puntos de quiebre en mi manera de entender el
audiovisual que fueron Chris Marker
y Agnes Varda. Bueno, la animación
experimental, las primeras vanguardias, esas son fuentes constantes a las que
siempre estoy retornando y después lo que te decía mi película favorita cambia
todo el tiempo, depende de lo que esté mirando. Te puedo nombrar lo último que
estuve viendo que me impactó mucho, unos cortometrajes de Maya Deren, un ensayo documental de Sokúrov Elegía de un viaje,
que me gustó muchísimo. Estoy muy enganchada siguiendo un estudio de animación chileno
que se llama Diluvio. En cine argentino
lo último que me gustó, es algo que ví hace poco: Orione (de Toia Bonino). Zama (de Lucrecia Martel) es una mención inevitable. El auge del
humano (de Eduardo Williams) me
resultó interesante. Familia sumergida
(de María Alché) para pensar en algo cercano y reciente. Es que miro muchas
cosas.
¿Tenés un tema recurrente que aparezca
en tus obras?
La verdad es
que creo pronto aventurarme a demarcar algo así. Me siento verde todavía,
recién empezando a explorar y probar cosas. No. Me siento en un momento de
búsqueda muy intensa. No tengo delimitación clara, sé que me interesan muchas
cosas. Creo que es una búsqueda que se da. En el mismo hacer. No tan
consciente.
¿Qué historias y con quiénes te
imaginás realizando dentro de 3 o 4 años?
¡Es un salto
imaginativo gigantesco! (suspira) En 3 o 4 años… Pienso hace 3 o 4 años atrás y
lo que estoy haciendo ahora no me lo imaginaba para nada, en qué derivó. Voy a
hacer una especulación loca. En este momento estoy muy manija con dos grupos
que se están conformando acá en Rosario, que están empezando a hacer cosas y en
los que estoy participando. Uno es la Red de Animación rosarina (RAR) y otro es
AREA, la Asociación de Realizadores Experimentales Audiovisuales sede Rosario.
Mucha de mi energía creativa está puesta ahí ahora, le estoy poniendo muchas
fichas a eso. En este momento si me preguntás con quiénes me imagino creando en
el futuro es con esta gente con la me estoy reuniendo. Nos estamos conociendo y
empezando a hacer cosas juntos, gente con la que me interesaría seguir
trabajando.
¿Qué temas,
qué historias?. Ahora estoy leyendo mucho un tema, me viene interesando desde
hace bastante, es agroecología. Hay tanto para investigar, interiorizarse. Es una
temática que estoy empezando recién a buscar profundidad. Ninguno de los
proyectos en los que estoy en este momento están relacionado con esta temática
pero sí sé que en el futuro se viene un Proyecto Verde.
Ya sea dentro o fuera del audiovisual
¿Qué es lo que más disfrutas hacer?
Esta es
fácil. ¡Dibujar!
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Dibujos de Berenice durante el proceso de Temperamento |
Rosario, Noviembre
2018
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Berenice Gáldiz en un atril |